Un pequeño regalo de cumpleaños

Ey chic@s! Qué os parece esta pequeña máscara?

En estas semanas que ya han pasado fuimos a una fiesta de cumpleaños de unos amigos y este fue nuestro regalo para el agraciado. Se llama Kohaku y esta inspirada en la máscara que utiliza el personaje de Hannya en Rurouni Kenshin.

 

En poco tiempo os traeremos una nueva máscara para vosotros, hasta pronto!!


Unos comensales extraños

Buenas tardes a tod@s

Sentimos mucho el retraso esta semana, estuvimos algo ocupados el día de ayer. Pero no desesperéis, aquí nos teneis de nuevo con otra historia de terror ^^

 http://www.youtube.com/watch?v=0A8hn2bbKig&list=PLE55BF99FBD18DB87&index=4

Kodama

Kodama significa «eco» en japonés (su significado literal es «espíritu de árbol»). Sin embargo, como su nombre está escrito en katakana (escritura fonética silábica japonesa), y no en kanji (escritura ideográmica), también puede significar «bola pequeña» o «pequeño espíritu». En la mitología japonesa, los kodamas son un tipo de espíritu que vive en el bosque.


Los kodamas son espíritus míticos del Japón, habitantes de los bosques espesos. Por lo general tienen apariencia humana y cada individuo es único en aspecto y personalidad. Se dice que pueden presentarse en formas no humanas, y pueden aparecer hermosos o tan terribles como deseen. La mayoría se presenta teniendo una apariencia adorable. Sus cuerpos son semitrasparentes, de un color verde pálido o blancuzco y de muy baja estatura.


Los kodama se supone son los espíritus de los árboles en general y no necesariamente representan a un árbol en particular. Algunos de ellos, sin embargo, están asociados directamente con un árbol específico. Se cree que estos espíritus pueden trasladarse a otro árbol, o renacer a través de su semilla.


La mayoría de estos espíritus se disgusta ante aquellos que no tienen respeto por el medio ambiente. Si un árbol es cortado irresponsablemente, uno o más kodamas pueden buscar venganza. La mayoría de estos espíritus son muy pacíficos y serenos, y les gusta compartir conocimientos y sabiduría con aquellos que saben cómo comunicarse con ellos. También son
sorprendentemente fuertes y poderosos, dada su inusualmente larga vida y comunicación con el mundo y fuerzas más allá del entendimiento de muchos otros animales.

El samurai y el pescador

Durante la ocupación Satsuma de Okinawa, un Samurái que le había prestado dinero a un pescador, hizo un viaje para cobrarlo a la provincia Itoman, donde vivía el pescador. No siéndole posible pagar, el pobre pescador huyó y trató de esconderse del Samurái, que era famoso por su mal genio. El Samurái fue a su hogar y al no encontrarlo ahí, lo buscó por todo el pueblo. A medida que se daba cuenta de que se estaba escondiendo se iba enfureciendo. 

Finalmente, al atardecer, lo encontró bajo un barranco que lo protegía de la vista. En su enojo, desenvainó su espada y le gritó -¿Qué tienes para decirme?-.
El pescador replicó -Antes de que me mate, me gustaría decir algo. Humildemente le pido esa posibilidad- 
El Samurái dijo -Ingrato! Te presto dinero cuando lo necesitas y te doy un año para pagarme y me retribuyes de esta manera. Habla antes de que cambie de parecer-
-Lo siento- dijo el pescador -Lo que quería decir era esto. Acabo de comenzar el aprendizaje del arte de la mano vacía y la primera cosa que he aprendido es el precepto "Si alzas tu mano, contén tu ira y si te alzas en ira, contén tu mano"-.

El Samurái quedó anonadado al escuchar esto de los labios de un simple pescador. Envainó su espada y dijo - Bueno, tienes razón. Pero acuérdate de esto, volveré en un año a partir de hoy, y será mejor que tengas el dinero- Y se fue.
Había anochecido cuando el Samurái llegó a su casa y, como era costumbre, estaba a punto de anunciar su regreso, cuando se vio sorprendido por un haz de luz que provenía de su habitación, a través de la puerta entreabierta.

Agudizó su vista y pudo ver a su esposa tendida durmiendo y el contorno impreciso de alguien que dormía a su lado. Muy sorprendido y explotando de ira se dio cuenta de que era un samurái!
Sacó su espada y sigilosamente se acercó a la puerta de la habitación. Levantó su espada preparándose para atacar a través de la puerta, cuando se acordó de las palabras del pescador: "Si alzas tu mano, contén tu ira y si te alzas en ira, contén tu mano"

Volvió a la entrada y dijo en voz alta -He vuelto- Su esposa se levantó, abriendo la puerta salió junto con la madre del Samurái para saludarlo. La madre vestida con ropas de él. Se había puesto ropas de Samurái para ahuyentar intrusos durante su ausencia.

El año pasó rápidamente y el día del cobro llegó. El Samurái hizo nuevamente el largo viaje. El pescador lo estaba esperando. Apenas vio al Samurái, este salió corriendo y le dijo -He tenido un buen año. Aquí está lo que le debo y además los intereses. ¡No sé cómo darle las gracias!-
El Samurái puso su mano sobre el hombro del pescador y dijo -Quédate con tu dinero. No me debes nada. Soy yo el endeudado-.
  

A veces en la vida nos encontramos con personas que cambian tu mundo interior, en ocasiones bajo la sorpresa de aquellas de la que menos te lo esperas. Un gesto, una palabra, un hecho...