Bake-kujira

El Bake-kujira es un yokai japones, una criatura mítica que, se dice, habita en la costa de la prefectura de Shimane (Japon). Su nombre significa "Ballena fantasma". En la mitología japonesa, se piensa que es la encarnación del odio que las ballenas sienten por los cazadores.

Las criaturas calificadas de bake (fantasma) suelen expresar el rencor de un animal hacia el ser humano. Son considerados como un mononoke o yokai (bestia o demonio) que en un inicio fue un animal normal y corriente cuya transformación surgió después de su muerte.


Origen

Un día, estaban unos cazadores en el mar buscando ballenas cuando se les apareció una ballena de hueso, como un esqueleto viviente. El mas valiente de los cazadores disparo contra ella, pero el arpón no le hizo el menor rasguñoEntonces el Bake-Kujira llamo a una bandada de pájaros roñosos y una horda de extraños peces. Desde ese entonces, Bake-Kujira se instalo junto a otras muchas leyendas.

Escorpiones, ranas y otros

Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:
—Amiga rana, necesito cruzar el río. ¿Podrías llevarme en tu espalda?
No. Si te llevo en mi espalda, me picarás y me matarás.
—No seas tonta —le respondió entonces el escorpión— si te picase, me hundiría contigo y me ahogaría.
 Ante esta respuesta, la rana accedió. El escorpión se colocó sobre la espalda de la rana y empezaron a cruzar el río. Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, el escorpión picó a la rana. La rana, al sentir picotazo y darse cuenta que iba a morir, le preguntó al escorpión:
¿Por qué me has picado, escorpión? ¿No te das cuenta de que tú también vas a morir?
A lo que el escorpión respondió:
- Rana... mi amiga, no lo pude evitar, porque es mi naturaleza.

Moraleja
Aunque el sentido común dicte lo contrario y acabes perjudicando a los que quieres o incluso a ti mismo, no puedes dejar de ser quien eres.


Versiones de Rokugan 
JdR - La leyenda de los cinco anillos

La rana y el escorpión

Hubo una vez una pequeña ranita que vivía cerca del río. Un día, un escorpión que pasaba por allí le pidió a la rana si podía llevarle al otro lado. El escorpión le dijo a la rana:
- Llévame al otro lado del río
- La rana le respondió:
- No lo haré. Porque si lo hago me picarás
El escorpión replicó:
- No lo haré. Porque si lo hago nos ahogaremos los dos.
La rana vio sabiduría en las palabras del escorpión, así que le dejó subir a su espalda y empezó a nadar cruzando el río. Casi a mitad de camino, sintió una dolorosa punzada en su espalda...
La rana sintió el veneno del escorpión fluir hasta su corazón, y mientras se le acercaba la muerte, ambos empezaron a hundirse en las frías aguas. Justo antes de que su nariz de hundiera en el agua, la rana dijo:
- ¡Escorpión, ahora ambos nos ahogaremos!
Pero el escorpión sonrió y le dijo:
- Pero ranita yo sé nadar.


El León y el Escorpión 

Había una vez un León durmiendo en un campo soleado. Un Escorpión acudió a él y le dijo:
- León eres tan grande. Supongo que eres la criatura más grande de toda la tierra. 
El León replicó:
Sí, creo que lo soy.
Y - dijo el Escorpión - también debes ser la criatura más valiente y más fuerte.
Eso dicen - dijo el León.
Mi única ventaja es mi aguijón venenoso - dijo el Escorpión.
Y supongo que podrías aplastarme bajo tu pata antes de que pudiera picarte ni una sola vez. 
Podría bastante fácilmente - dijo el León levantándose y estirándose.
En realidad, si te picara, dudo que si quieras lo notaras. 
El León miró al pequeño Escorpión con curiosidad.
Quizá. Pero creo que te pisaré ahora, pequeño, y nunca tendrás la oportunidad. 
Oh, pero gran León - dijo sonriendo el Escorpión - te piqué hace cinco minutos.
Y el León no tuvo más que decir. 


El Ki-rin y el Escorpión 

Un día, Ki-Rin estaba retozando en el campo. Su hermano León le había advertido que tuviera cuidado con el Escorpión, pero Ki-Rin estaba demasiado ocupada jugando, pateando y saltando, y mirando todas las cosas nuevas y sólo había medio oído la advertencia de su hermano. 
Mientras jugaba, una criatura trepó a una roca para observar. Ki-Rin vio a la criatura y dijo:
He visto a Flor y he visto a Árbol, y he visto a Caballo, pero no te había visto a ti. ¿Quién eres? 
La criatura dijo - Soy la Verdad. 
Ki-Rin sonrió.
Estoy muy contenta de conocerte, amiga Verdad. ¿Has visto al Escorpión? Mi hermano me ha dicho que tenga cuidado con él, pero no se como es?
Si, conozco al Escorpión - dijo Verdad. 
¿Puedes decirme como es?
Si. En realidad podemos ir a buscarle ahora. Si me llevas a tu espalda iremos mucho más rápido que si caminamos los dos. 
Buena idea! - dijo Ki-Rin - Sube a mi espalda, amiga y nos iremos.
Verdad trepó a la espalda de Ki-Rin y partieron en busca del Escorpión. 
Entonces - preguntó Ki-Rin - ¿Cómo es el Escorpión? 
Tiene dos pinzas afiladas - dijo Verdad. 
Ki-Rin vio las dos pinzas afiladas de Verdad y dijo:
Ah, ya veo. 
Y tiene muchas patas.
Ki-Rin miró las muchas patas de Verdad y dijo:
Ah, ya veo. 
Y tiene un aguijón que inyecta veneno mortal.
Ki-Rin miró el aguijón de Verdad y dijo:
Entonces, Verdad, es como tú? 
Verdad sonrió y dijo:
Sí. Sí lo es.
Ki-Rin rió.
¿No es afortunado que te haya encontrado a ti antes? 
El Escorpión asintió
Sí, lo es. 
Y Ki-Rin no tuvo nada más que decir.

El Cangrejo y el Escorpión

Una vez, hace mucho, el Escorpión estaba paseando por la playa arenosa con su hermano Cangrejo. 
Ah, Escorpión - dijo Cangrejo - Has engañado a León y a la Grulla, pero no podrás ganarme a mí. Por que estoy seguro dentro de mi casa armada y ni siquiera tu aguijón envenenado puede alcanzarme. 
Escorpión observó las planchas metálicas de Cangrejo y asintió. Es cierto, amigo mío. Pero qué triste es para ti estar atrapado en una prisión tan pesada.
¿Qué? - dijo Cangrejo - No es una prisión, es mi casa!
Por su puesto - sonrió el Escorpión - Y eso es lo que todos dicen. Pero si no seria una prisión serías capas de quitártela. He oído que estás maldito, condenado a pasar el resto de tu vida cargando con tu prisión a la espalda.
Cangrejo dijo:
Puedo quitármela cuando quiera!
El Escorpión asintió tristemente y dijo:
Te aseguro que se lo diré a todo el mundo.
Cangrejo tropezó en la arena.
Puedo quitarme mi caparazón cuando quiera!
El Escorpión preguntó:
¿Lo has intentado? 
El Cangrejo se detuvo y se quitó su casa de la espalda lanzándola a un lado. 
El Escorpión sonrió mientras se miraban uno a otro. 
Y Cangrejo no tuvo nada que decir. 


La Grulla y el Escorpión

Una vez había una Grulla y un Escorpión sentados a la orilla de un río. La Grulla dijo:
¿No es divertido como las Fortunas repartieron sus bendiciones entre las criaturas? 
El Escorpión miró a la Grulla con suspicacia.
¿Qué quieres decir?
La Grulla sonrió y dijo:
Mírame. Mira mis hermosas alas y plumas. Puedo volar y nadar. Mira mi cuello perfecto y mis ojos brillantes. Soy la envidia de todas la criaturas del mundo.
Entonces la Grulla miró al Escorpión y dijo:
Mírate tú. Todo lo que tienes es tu aguijón.
Ah - dijo el Escorpión - Pero eso significa que no tienes nada que ganar, y yo no tengo nada que perder. Y cuando tú seas vieja y hayas perdido tus plumas, ya no puedas volar. Y cuando estés gorda y medio ciega no podrás nadar. Entonces, cuando estés contando todo lo que has perdido, yo estaré contando todo lo que he ganado.
Y la Grulla no tuvo más que decir.


El Fénix y el Escorpión

Un día Escorpión fue hasta Fénix en sus altas montañas y le dijo:
Tengo un regalo para ti.
El Fénix retrocedió.
Oh, no. Te conozco hermano Escorpión. Lo sé todo sobre ti. No quiero tu regalo. 
Oh, de verdad - dijo el Escorpión.
Lo dejaré aquí - dijo mientras lo dejaba en el suelo - Y si no lo quieres, algún otro lo querrá.
Luego el Escorpión se fue.
El Fénix miró el regalo y pensó:
Si cojo el regalo y es una trampa me habrá engañado. Pero si lo dejo y no es una trampa me habrá engañado. ¿Qué debería hacer?
Todo aquel día, Fénix se sentó y miró al regalo. Pensando.
¿Qué debía tener en mente? 
Engañó a Cangrejo con la furia y al León con el orgullo. Engañó a Ki-Rin con su ignorancia y a Grulla con educación.
¿Cómo pretenderá engañarme a mí? 
Pronto Madre Sol había cruzado el cielo y Padre Luna había iniciado su progreso nocturno, pero Fénix no se había movido un solo paso. Estaba clavado al suelo, evaluando el regalo Escorpión. Cuando alzó la mirada a la mañana siguiente, vio al Escorpión mirándole y riéndose.
Y Fénix no tuvo nada mas que decir.


El Dragón y el Escorpión

Un día, Dragón acudió al Escorpión y dijo:
He visto cómo engañaste a Ki-Rin.
Y Escorpión asintió.
Dragón continuó:
He visto cómo engañaste a León.
Y Escorpión asintió.
Dragón continuó:
He visto cómo engañaste a Grulla. 
Y Escorpión asintió.
Dragón continuó:
Estaba allí cuando engañaste a Cangrejo.
Y Escorpión asintió.
Dragón continuó: 
Y sabía lo que harías a Fénix. 
Y Escorpión dijo:
Y te quedaste quieto y no hiciste nada.
Y Dragón no tuvo nada más que decir.

Leyendas urbanas


Entre los japoneses circula una escalofriante leyenda que habla de un espíritu femenino al que le falta la mitad inferior del cuerpo. Dicen que se arrastra con las manos (terminadas en dedos largos, con garras que pueden cortar carne como mantequilla) y que se desplaza haciendo un sonido del cual recibe su nombre: “Teke Teke”.

La versión más difundida cuenta que, en vida, aquel espectro era una joven mujer, que esperaba el tren pero cayó en las vías, no tuvo tiempo de escapar de una muerte horrenda en la que su cuerpo, fue partido en dos… Muy probablemente algunos la vieron caer y no la ayudaron, ya que el Teke Teke es un fantasma que arde en ira, buscando afanosamente compartir con cuantos pueda su amargo destino. Así, cuentan que ha empujado a personas que estaban esperando el tren, que ha atacado con sus garras dejando caras y espaldas sanguinolentas, o incluso, según los más extremistas, que es capaz de arrastrarte y lanzarte a las vías del tren o, si te la encuentras solo en alguna oscura noche, puede destrozarte y usar sus garras para dividir tu cuerpo en dos. Pero el asunto va aún mas lejos; pues, en cualquiera de los casos en que la víctima muere, la versión extrema de la leyenda afirma que se convierte en otro “teke teke” más…

Una teoría dice que el Teke Teke es el fantasma de una colegiala japonesa que vaga por las estaciones de tren en Japón. En vida era una chica asustadiza e impresionable, y eso la hacía blanco frecuente de bromas pesadas. Un día de verano (temporada de cigarras en Japón) esas bromas fueron demasiado lejos, y sus compañeros, viéndola que esperaba el tren con la mirada perdida, se acercaron sigilosamente por atrás y le lanzaron una cigarra en el hombro, haciéndola dar un brinco que la hizo terminar en las vias férreas, donde un veloz Shinkansen (tren de alta velocidad) la partió en dos. Desde ese día, ella pena cerca de las estaciones, buscando acabar con bromistas como los que la precipitaron a su muerte, aunque no duda en acabar con inocentes también…

La historia del escolar asesinado
Esta historia, supuestamente real, es ampliamente conocida entre los escolares japoneses. Trata sobre una víctima del fantasma y es como sigue:

Un estudiante de una escuela solo para hombres salió  más tarde de lo debido, cuando de pronto, antes de que abandonara el colegio, escuchó un extraño ruido detrás de él. Inquietado, el muchacho se giró y vio que, observándolo desde una de las ventanas del segundo piso de un edificio lleno de aulas, estaba una hermosa chica de misterioso aspecto. 

Ella lo veía con los brazos apoyados en el alféizar y la cara entre las manos, él no podía ocultar el asombro que le producían aquellas dulces facciones y aquellos ojos negros, profundos y templados. ¿Qué hacía una chica así en un colegio de hombres? Él no lo sabía, y dejó de importarle cuando ella sonrió coqueta y maliciosamente, pero este no fue más que el principio del fin, porque tras un par de segundos ella saltó por la ventana y cayó al pavimento, sin destrozarse, y revelando que su cuerpo carecía de mitad inferior…

Congelado por el terror, el muchacho la vio arrastrarse con los brazos, haciendo un ruido que era como “tek, tek, tek, tek, tek”… Trató de gritar pero la voz no le salía, trató de salir corriendo pero sus piernas solo podían temblar y temblar… Ahora sabía que se trataba del Teke Teke, pero era demasiado tarde; y ella, que iba dejando una estela de sangre nacida de sus órganos expuestos, saltó violentamente sobre él, sacó una guadaña —así dicen, aunque es más creíble pensar que lo mató sin guadaña— y lo cortó en dos, condenándolo con ello a ser otro “teke teke” más.

Kashima Reiko, la leyenda hermana
Muy semejante a la leyenda del Teke Teke, es la leyenda de Kashima Reiko, una chica que también murió pisada por un tren, aunque no fue dividida en dos sino que simplemente perdió sus dos piernas. Desde entonces, dicen que ronda por los baños en busca de víctimas, que toca la puerta y pregunta al ocupante dónde están sus piernas. Kashima espera que la persona le diga que sus piernas están en la Estación Meishin, y que fue ella misma quien se lo dijo. Si la víctima responde indebidamente, Kashima le arrancará salvajemente sus propias piernas…


Explicación racional
 Hay varios hechos que nos permiten entender racionalmente la leyenda. Para empezar, la historia (expuesta anteriormente) del chico que murió a manos de una teke teke o de la Teke Teke, es generalmente contada entre los escolares, y son los mismos maestros quienes la alimentan y agregan detalles como aquello de que el espectro persigue a los niños que andan solos por la noche. Esto hace pensar en la leyenda de Hanako-san, pues los profesores dicen que Hanako (una chica fantasma) pena sobre todo en baños sucios y descuidados. Como se ve, este tipo de leyendas, al menos en gran parte, sobreviven en la tradición oral pues los profesores, aprovechándose de la credulidad de los estudiantes de primaria, las usan para hacer que los alumnos no hagan ciertas cosas.

 Desde otro ángulo muy diferente, esta leyenda, al igual que la de Kashima Reiko, constituye una proyección simbólica, a nivel de las tradiciones orales, del miedo a sufrir una muerte particularmente terrible. De allí que, tanto el Teke Teke como Kashima, no se contentan con aterrorizar sino que buscan hacer que otros mueran de la misma manera; aunque estas situaciones, como bien puede intuirse, están vinculadas a una tendencia cultural que ha atravesado diversas épocas y lugares: la tendencia a percibir a los fantasmas como entes malignos.

De todas formas, estas sencillas explicaciones no invalidan la posibilidad de que algunas víctimas de trenes japonesas hayan quedado partidas por la mitad y posteriormente hayan penado. Así que, si el lector va algún día a Japón, será mejor que no ande solo de noche en las estaciones de tren, porque podría ver algún fantasma partido arrastrándose y, si está cerca de las vías del tren, el susto podría ser suficiente para hacerlo caer y convertirse en un teke teke más…

Los Tsukumogami

Estos espíritus engloban a varios seres fantasmales. Consisten en objetos que han llegado a los cien años de su existencia y adquieren conciencia propia. Normalmente no son espíritus malvados, aunque si traviesos que disfrutan dando sustos o gastando bromas; pero algunos pueden buscar venganza si sus anteriores dueños los trataron mal después de tantos años de abnegado servicio. 



Los Tsukumogami mas conocidos son:

- Karakasa: Los famosos monstruos paraguas, con su característico ojo único, una lengua burlona y el mango convertido en una pierna, normalmente calzada con una sandalia de madera.


- Bakerozi: Estos eran en su vida anterior unas sandalias de paja. Son como sandalias enormes con brazos y piernas y un solo ojo.


- Chochinobake: Antiguas lamparas de papel. Toman la forma de un hombre con una lampara con ojos y boca por cabeza.


- Biwa-Yanagi: Eran laudes japoneses.


- Furu-Utsubo: Proceden de jarrones y vasijas.
- Morinji no Okama: Teteras espectrales.


- Kyourinrin: Son papeles y pergaminos antiguos.



- Zorigami: Relojes.
- Shirouneri: Mosquiteras o trapos de limpiar el polvo.
- Kameosa: Proviene de una antigua jarra de sake. Cuenta la leyenda que el Kameosa es de los pocos yokais que no son agresivos con los humanos, cuentan que la persona que se encuentra con un Kameosa obtiene de su interior agua o sake en cantidades infinitas. Su aspecto es realmente terrorífico tiene atributos humanos como brazos, piernas, ojos y boca, por otro lado su cuerpo es el de una antigua jarra llena de grietas debido a sus numerosos años.


- Ittan-momen: A los ojos de cualquier humano el Ittan-momen es un simple trozo de tela que flota por el aire, pero nada mas lejos de la realidad, este trozo de tela es un yokai muy peligroso que se abalanza sobre las personas agarrándose a su cuello para intentar matarlos por asfixia. A diferencia de los otros Tsukumogamis este no tiene rasgos humanos. 



Aquí
 tenéis un pequeño resumen de todos ellos algo más adorables.