Hanya


Igual que los kitsune, tanuki y demás o-bake tienen poderes mágicos especiales, una mujer celosa pasa a tener una serie de poderes que tanto viva como muerta puede utilizar. Principalmente se trata de un poder de transformación en demonio y la capacidad de, una vez muerta, poseer a otra mujer para ejecutar su venganza. 


Identificaremos a este tipo de mujeres que viven bajo el estigma de una obsesión que las está comiendo por dentro, a través del diseño de triángulos en su kimono, es el símbolo de la piel de serpiente. Los triángulos serían una representación de las escamas de la serpiente, que es el animal identificado con los celos y las obsesiones varias. 


Hay diferentes niveles de mujeres celosas, el grado inicial es el de Deigan, una mujer que está celosa se siente engañada pero no está segura, solamente sus dientes se han puesto dorados, sus ojos también y sus cabellos están despeinados (prueba de sus sentimientos alterados):  


Pero la mujer al final descubre que su marido o pareja realmente está "frecuentando" a otra mujer, su ira crece y corre al templo a pedir que los dioses la conviertan en un demonio para castigar al marido infiel, su piel bajo el maquillaje blanco se tiñe de rojo y no puede disimularlo, es la ira que crece y la convierte en HashihimeAtentos a cómo aparece el diseño de la serpiente...:


Nuestra mujer ya experimenta los primeros síntomas de su transformación en demonio que no puede ocultar ya, es la máscara Namanari, semi-demonio:




El demonio serpiente está en el interior de la mujer en este caso, comiendo lo poco de humana que le queda ya, la máscara Shinya, la serpiente:


Al final la transformación completa del demonio, la terrible Hanya destructiva y cruel.




Es tal la cantidad de obras de teatro nôh que tienen como argumento una mujer demente u obsesionada, que forman una categoría determinada llamada "kyoyo", en ellas la temática siempre gira en torno a espíritus atormentados de mujeres celosas. 

En una de ellas se toma un episodio del "Genji monogatari" (la Historia de Genji, príncipe imaginario del periodo Heian, una especie de don Juan japonés), la concubina de Genji está embarazada pero una extraña enfermedad la tiene en cama permanentemente, se contratan los servicios de un exorcista que descubre cuál es el espíritu que se ha apoderado de la dama. Se trata de otra mujer que fue abandonada por Genji, en cuanto se realiza el exorcismo el espíritu sale y explica su historia, para convertirse en un hanya que les ataca y es derrotado.


El oni que lloró


Había una vez un Aka-oni que vivía en una montaña cercana a una aldea.
Era un oni bueno, jamás había matado animales para comer, y cuando escuchaba las risas de los aldeanos quería acercarse para charlar con ellos y beber sake, pero los aldeanos, si llegaban a percibir su presencia por el olor nauseabundo que desprende, huían despavoridos.

El pobre Aka-oni quedaba frustrado en su intento por acercarse y  reír y charlar el también junto a los aldeanos. Aka-oni estaba triste.
Desde muchísimas leguas vino a visitarlo su amigo, Ao-oni, llamado así por el color de su piel azul cobalto.
Al encontrar a su amigo llorando, le pregunto el motivo.
-Solo quiero la amistad de los aldeanos, y sentir que ellos me quieren, tu sabes que me gusta la alegría –dijo Aka-oni entre sollozos.
Ao-oni que era muy sabio, lo escucho con profundo silencio, medito y le dijo:
-¡Tengo un plan! Yo, Ao-oni, atacaré la aldea, romperé los techos con mi bastón, gritare y aullare para darles miedo. Entonces apareces tu y proteges los aldeanos de mi violencia. Así ellos sabrán que eres bueno, y te aceptaran entre ellos –dijo Ao-oni con convicción.

Así lo hicieron, Ao-oni atacó la aldea y los aldeanos se aterrorizaron, hasta que vieron venir corriendo a Aka-oni que se arrojó contra Ao-oni y se trenzaron en un combate que hacía temblar la tierra y las montañas hasta que venció Aka-oni, arrojando a Ao-oni lejos de la aldea, tal era su fuerza.
Los aldeanos, agradecidos, le llevaron arroz mochi que es de los festejos, junto con sake dulce. Brindaron y rieron todos los días, y Aka-oni era se alegró por fin.
Pero Aka-oni no era totalmente feliz pues le debía esa felicidad a Ao-oni a quien no volvió a ver después de la pelea ficticia.

Envió entonces una carta a su amigo, diciéndole que lo extrañaba, era feliz con sus amigos los aldeanos pero le faltaba su mejor amigo.
Al tiempo recibió una carta de Ao-Oni que decía así:
“Querido amigo Aka-oni, me alegro que todo haya salido bien y tengas buenos amigos con quienes tomar sake y reír. Yo también te extraño pero no puedo visitarte porque si yo apareciera en tu casa, los aldeanos dudarían tanto de ti como de mi y perderías su confianza. Para que no tengas problemas, me voy a un largo viaje pero con cada paso te recordaré, amigo mío, pues mi ausencia es mi modesto regalo a tu amistad.”

Al leer esta carta Aka-oni lloró a gritos, comprendiendo que Ao-oni sabia las consecuencias de su consejo y el precio que debía pagar por cumplir su deseo.

Yuki-onna


Literalmente significa mujer de las nieves. Siempre es representada como una hermosa mujer de piel blanca (la piel blanca es considerada muy bella en japón) y usando un kimono blanco. A pesar de su belleza, esta reina de las nieves es con frecuencia un ser malvado que congela con su aliento a los viajeros perdidos en la nieve, o directamente es ella quien los hace extraviarse creando tormentas. Otras malas artes que utiliza Yuki-onna es presentarse en las casas de los jovenes y seducirles para que la acompañen al exterior, congelándoles a continuación con un beso y una de las más crueles, aparecerse con un bebé en los brazos a los padres que han perdido a un hijo. Si toman al bebé en sus brazos se congelan al instante.


Una de las pocas historias en las que no es tan malvada es una en la que perdona la vida a un joven muy guapo, pero le hace prometer que no le dirá nunca a nadie que la ha visto (Yuki-onna tiene una reputación que mantener). Años más tarde el joven se casa y tiene varios hijos. Por no tener ningún secreto con su esposa decide contarle su encuentro con la mujer de las nieves y esta se transforma de repente en Yuki-onna (Este tipo de situación es muy típica en japón). Yuki-onna le recrimina por haber roto su promesa pero no le mata, sino que le abandona dejándole al cargo de sus hijos con la amenaza de vengarse si alguna vez les pasa algo malo por su culpa. Afortunadamente su ex-esposo es un buen padre y los saca adelante.

La grulla agradecida


Hace mucho, mucho tiempo, en algún lugar vivía una pareja de ancianos muy pobre. Un día el anciano oyó el grito de una grulla que había caído en una trampa. El anciano se compadeció al verla y decidió soltarla. Esa noche le contó a su mujer sobre lo ocurrido y ella le dijo: "Hiciste bien. Yo también estoy contenta”, y los dos se pusieron alegres. En ese momento, alguien llamó a la puerta, el anciano salió y encontró a una chica muy bonita que dijo: “Me desorienté en el camino, ¿Podría quedarme en su casa esta noche?”.

Los ancianos que eran muy amables no dudaron en invitarla a dormir. Esa noche los tres conversaron y ella les contó que no tenía casa a donde ir ni familia con quien estar. Los ancianos le propusieron: “¡Queremos que seas nuestra hija!” Ella se puso muy contenta. Al rato los tres se fueron a descansar.

Al día siguiente, la chica se levantó muy temprano para preparar el desayuno, pero no había ni arroz ni “miso” En ese momento, la chica divisó un telar en una habitación contigua y en unos instantes se empezó a oír el sonido del telar mecánico.
Cuando los ancianos se despertaron, la chica les entregó una pieza de tela bellísima diciéndoles: “vendan esta tela y compren lo necesario para vivir”.

Ellos se sorprendieron y estuvieron muy contentos. El anciano recibió mucho dinero a cambio de la pieza de tela, ya que ésta era muy bonita, y compró lo necesario para vivir además de un peine muy bonito para la chica. Esa noche los tres estaban muy contentos y se quedaron conversando hasta muy tarde.
En eso el abuelo dijo: “Ya vamos a dormir”, pero la chica contestó: “Yo voy a continuar trabajando un poco más”. Los ancianos se sorprendieron y le dijeron: “¡No! hoy ya no trabajes! es mejor que descanses”. La chica contestó: “Quiero hacer más piezas de tela para ustedes pero quisiera pedirles un favor, no entren a la habitación cuando esté trabajando.”. El anciano preguntó sorprendido: “¿Cómo? ¿No podemos verte trabajar?”.

La chica contestó: “No, por favor, quiero que me prometan que no lo harán.” Los ancianos no entendían la razón por la cual la chica les pedía eso pero asintieron con la cabeza. La chica tejía cada noche una pieza de tela que se vendían como “pan caliente”, pero cada día se ponía más delgada y no tenía ánimo.

El anciano le decía: “¡Tienes que descansar, no trabajes demasiado!”, pero la chica respondía: “Voy a seguir trabajando sólo un poco más” y entraba en la habitación. Los ancianos no podían dormir pensando en la salud de la chica. Una noche, el anciano no pudo contenerse y dijo: “Voy a verla”, la anciana replicó: “Tenemos que cumplir con nuestra promesa”. El anciano, haciendo caso omiso a su mujer, se dirigió a la habitación en donde se encontraba trabajando la chica. Miró a través de la puerta que estaba entreabierta y para su sorpresa divisó a una grulla trabajando en el lugar. La grulla utilizaba su pico para quitarse plumas, las cuales las utilizaba para decorar las hermosas piezas de tela que hacía. Esta advirtió que estaba siendo observada y se disfrazó nuevamente de mujer. La chica abrió la puerta y se dirigió al anciano: “Yo soy aquella grulla que salvó de la trampa. Por salvarme la vida quise devolverle el favor y para ello se me dio la oportunidad de convertirme en un ser humano por una sola vez y venir aquí, pero ya no puedo permanecer aquí con ustedes. Deseaba convertirme en su hija para siempre”.

La chica volvió a tomar su apariencia original de grulla y levantó vuelo. El anciano al verla volar pensó: “Perdóname. ¡No nos olvides!” y le lanzó el peine que le había regalado a la “chica”.
La grulla lo cogió y se fue volando. 

Nekomata


Según cuenta la leyenda, cuando un gato alcanza los cien años de edad, el rabo se les duplica, adquieren la capacidad de caminar a dos patas... Bueno, esto último no, lo que aprenden es magia necromántica, así que mucho cuidado con molestar a los gatos viejos, porque hay historias de nekomatas que animaron a los cadáveres de los familiares muertos de la gente que les maltrató y se los envió para atormentarles hasta que obtuvo disculpas.
Los nekomata también pueden alternar entre su forma y una apariencia semihumana. Este tipo de magia es muy complicada, así que al igual que los Kitsune, siempre tienen problemas ocultando las orejas y la cola.


Kitsune


Kitsune significa literalmente zorro. El por qué de contarlos como seres mitológicos es porque los japoneses les han atribuido un montón de poderes mágicos. Según cuentan, los zorros aparte de ser unos seres astutos, van acumulando poder mágico con la edad y la experiencia. Cada aumento de poder que consiguen se refleja en el crecimiento de una nueva cola, siendo los más poderosos los zorros de nueve colas, o Kyubis (Kyu-Nueve Bi-Cola).
Los zorros no son todos malvados, pero ya sean buenos o malos les encantan las bromas y se aprovechan de su poder para transformarse en humanos para mezclarse con los hombres y hacer toda clase de travesuras. Existen zorros salvajes que son completamente malvados y disfrutan cometiendo fechorías.
Su técnica más habitual es la de transformarse en hermosas jóvenes, pero siempre hay algún detalle que les delata, como que conserven el rabo o las orejas.
En ocasiones los zorros se comportan y se convierten en fieles amigos, protectores o incluso en amantes esposas, pero como en la historia de la grulla agradecida, si se descubre su verdadera identidad casi siempre están obligados a marcharse.


Música... relajante?


Bueno, ya que estamos con la mitología japonesa incluiremos también una pequeña sección con diferentes vídeos de terror japonés.

Gracias ante todo a GABYWII2 por subir los vídeos y esperamos que os gusten ^^.


http://www.youtube.com/watch?v=stJtmeaXa38&list=PLA353D15EF7611324&index=1&feature=plpp_video

Kappa


Estos seres son unos duendes acuáticos con aspecto de tortuga con pico de pájaro. En la parte superior de la cabeza tienen una especie de platito amarillo que debe tener siempre un poco de agua, porque si se les seca se morirían.
Los Kappas son malos. Roban niños para comérselos, roban en los huertos solo por maldad, espían a las mujeres cuando se desnudan...
Bueno, la verdad es que no todos son malos. Algunos kappas se han hecho amigos de los humanos y les han ayudado a regar sus huertos o les han enseñado trucos de medicina.
En todo caso hay que tener en cuenta que aunque puedan llegar a ser muy groseros, los Kappa son muy respetuosos en lo que a modales y etiqueta se refiere. Si un kappa te molesta lo único que tienes que hacer es dedicarle una reverencia. El kappa entonces se verá obligado por educación a devolvértela, tirando el agua que lleva en el plato de la cabeza y muriendo.