Según
cuenta la leyenda, cuando un gato alcanza los cien años de edad, el rabo se les
duplica, adquieren la capacidad de caminar a dos patas... Bueno, esto último
no, lo que aprenden es magia necromántica, así que mucho cuidado con molestar a
los gatos viejos, porque hay historias de nekomatas que animaron a los
cadáveres de los familiares muertos de la gente que les maltrató y se los envió
para atormentarles hasta que obtuvo disculpas.
Los nekomata también
pueden alternar entre su forma y una apariencia semihumana. Este tipo de magia
es muy complicada, así que al igual que los Kitsune, siempre tienen problemas
ocultando las orejas y la cola.
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