Setsubun


El Setsubun es una celebración japonesa llevada a cabo el día antes del comienzo de una nueva estación del año. El nombre significa literalmente "separación de estaciones", pero en general el término hace referencia al Setsubun de Primavera, llamado correctamente Risshun, celebrado anualmente el día 3 de febrero. En asociación con el Año Nuevo Chino, el Setsubun de Primavera puede ser considerado como un tipo de Nochevieja, y además está acompañado por un ritual especial para limpiar toda la maldad del año anterior y alejar los demonios en el nuevo año. Este ritual es conocido como mamemaki, literalmente dispersar habichuelas.

El Mamemaki es usualmente llevado a cabo por el toshiotoko de la casa, por ejemplo, el hombre que nació en el año del animal correspondiente del zodiaco chino, o el hombre cabeza de la casa. Le son lanzadas un tipo en particular de semillas de soja llamadas irimame a la puerta o a un miembro de la familia que lleva un Oni (máscara de demonio u ogro), mientras los que lanzan dicen "¡Oni wa soto! Fuku wa uchi!". El significado literal de las palabras es "¡Fuera demonios (o espíritus malignos), que venga la fortuna!" Las semillas son lanzadas de forma simbólica para purificar la casa echando fuera los malos espíritus y alejando la mala suerte y la mala salud con ellos. Luego, como parte de traer la buena suerte, se acostumbra comer las semillas de soja, una por cada año de vida, y en algunos lugares, una por cada año de vida más una por el año venidero a modo de traer buena suerte para ese año.

En los templos budistas y capillas Shinto por todo el país existen celebraciones para el Setsubun. Sacerdotes e invitados especiales le lanzan a la gente semillas de soja tostadas (algunas envueltas en hojas color oro o plata), pequeños sobres con dinero, dulces y otros premios. En algunas capillas grandes, incluso son invitadas celebridades y luchadores de sumo, algunos de estos eventos transmitidos en televisión nacional. Las cartas son distribuidas y ocasionalmente acompañadas con un eho-maki durante el mes de febrero. Las familias también ponen pequeñas decoraciones con cabezas de sardinas y ramas de acebo en las entradas de sus casas de modo que lo espíritus malignos no entren.

La muñeca japonesa


Hola chic@s, como todos los miércoles aquí os traemos una nueva historia de terror japonés. Esperamos que os guste y no os olvidéis... Bayushi sigue a la venta esperando a su dueñ@!.


http://www.youtube.com/watch?v=BNfjXOV-yiM&feature=rellist&playnext=1&list=PLDE2943154D66DE29

Zashiki-warashi


Es un tipo de duende del hogar en la mitología japonesa. Protege las casas y a sus habitantes de cualquier peligro, proporcionando felicidad y prosperidad. Según la mitología podría ser un antepasado de la familia y se le representa como una niña de corta edad vestida a la manera tradicional del Japón, con pelo corto y kimono. 

El nombre proviene de zashiki, haciendo referencia a un cuarto japonés típico (tatami) y de warashi, término regional arcaico que se le da a un niño. El aspecto de éste espíritu es el de un niño de unos 5 o 6 años con el cabello ondulado y un rostro rojizo. El niño puede ser de sexo masculino o femenino, aunque actualmente se lo considera femenino. Un Zashiki-warashi se lo puede encontrar en casa viejas y preferentemente grandes.

Se dice que un Zashiki-warashi al habitar una casa, trae a la residencia buena fortuna, pero si se va de allí, el lugar declina totalmente. Para mantener a tal yokai en el hogar, éste debe sentirse apreciado y cuidado de la misma manera en que un adulto criaría a un niño. El Zashiki-warashi es un infante por naturaleza, propenso a jugar de manera inofensiva pero de vez en cuando a causar alguna travesura. Puede ser que se sienten en el asiento de un huésped, gire las almohadas de la gente y hasta realizar sonidos similares a la música del kagura. Dejan a veces pequeñas huellas como si fuera ceniza. 


Un recién llegado!


Siguiendo la línea marcada por nuestra anterior máscara, Shosuro, estamos encantados de presentarles a nuestra nueva incorporación: Bayushi, una máscara inspirada en la mitología pseudojaponesa del JdR "La leyenda de los cinco anillos".




La máscara, con base de plástico, tiene las siguientes medidas:
- 20 cm aprox. desde la barbilla hasta la coronilla.
- 28 cm aprox. desde la barbilla hasta los cuernos.
- 18 cm aprox. de lado a lado.


 Para más información acerca de Bayushi, o si simplemente tienes alguna idea que proponernos para la siguiente máscara, no dudéis en mandarnos un correo a masukumonogatari@gmail.com

Hachiman, el dios de la guerra

Los que esten familiarizados con Musashi Miyamoto, sabrán que luego de su duelo con los hermanos Yoshioka, el mismo clan puso precio a su cabeza.
Sabiendo que toda una aldea quería matarlo, por primera vez rezo.
Una vez hizo sonar el cascabel, dos veces hizo su reverencia en el templo, dos veces junto sus manos, dijo sus plegarias, y nuevamente repitió el mismo proceso.
Había rezado por su vida, no al dios de la guerra, sino al dios a los que los guerreros se encomiendan.

Hachiman es el dios Japones sincretico de la arquería y la guerra.
Aunque muchos lo confundan con el dios de la guerra, Hachiman, es el dios de los guerreros, siendo también la divina deidad protectora de Japón y de los habitantes de Japón.

El ser un dios Sincretico, significa que su origen, se remonta a la fusión de la deidad japonesa de la guerra en el shinto, con influencias del budismo ingresadas a través de China. Es decir, es una fusión de dos dioses, de distintas religiones y creencias.

En la actualidad Hachiman es alabado por los pescadores de Japón  pidiendo fertilidad en sus cosechas marinas, encomendando sus redes a su divinidad.

El dios de los ocho (8) estandartes (ese es el significado de su nombre) refiere a los ocho estandartes celestiales que definen el nacimiento del divino emperador Ojin.

Su animal simbólico es la paloma blanca, contrario a la creencia occidental, en la que la paloma blanca simboliza la paz.

Al momento del nacimiento del primer emperador Ojin, fue el mismo Hachiman quien anuncio el nacimiento, disfrazado de paloma blanca con un Mitsudomoe en su espalda.

Por esta razón es que el mitsudomoe, se suele utilizar en los O daikos o Taikos. En los antiguos tiempos de guerra, el sonido de Odaiko, solía usarse para señalizar guerras, o también para marcar movimientos a las tropas. Solía creerse que el mismo Hachiman habitaba en el sonido de la guerra. Era el quien alentaba, a sus guerreros a través del mitsudomoe en el Odaiko.



Tengu


Es un demonio del folclore y mitología japonesas que suele tener forma animaloide.
Habitan en los árboles, generalmente pinos y cedros, de las zonas montañosas. Algunas fuentes opinan que son descendientes de Susanowo-no-mikoto, el dios de la tormenta hermano de Amaterasu, la diosa Sol. Sus características son su cara de color rojo y su prolongada nariz. En algunos rubros populares, se relaciona a esta entidad con el concepto de extranjeros en Japón.

Se les considera fundadores de escuelas de esgrima y de Jujitsu y reivindican el origen divino de las artes marciales.
El templo de Takao al oeste de Tokio es uno de los templos con más tengus de Japón.

Entre los objetos a menudo asociados con los tengu se encuentran el shakujo, unos báculos en forma de anillo usados para la magia y combate físico; el tokin, un sombrero con una forma rara, la cual es usada como copa; y el abanico hauchiwa, el cual está hecho de hojas de Aralia Japonés o de plumas y se dice que tiene el poder de crear grandes ráfagas de viento.
La función principal de los tengu es salvar a los guerreros de catástrofes, o ayudarlos en los combates. Otra función que realizan es iniciar y transmitir las artes marciales a las personas. Existen dos tipos:

-         EO Tengu o «Gran Tengu» tiene el trazo humano, con una apariencia más temible que los de la otra clase, con una expresión feroz y amenazante. Presenta una inmensa nariz, prominencia que representa el orgullo y la arrogancia. Tiene un abanico de plumas y viste en ocasiones una capa roja. Se les presenta vestidos como un Yamabushi, gorro incluido y con alas de águila, lo que provoca que se asimile o interrelacione los Tengu y los Yamabushi. Desempeñan la función de jefes, cada uno de éstos tiene un grupo de Karasu Tengu a sus órdenes.

-         Los Karasu Tengu conocidos comúnmente como Tengu cuervo. Según la religión shintoistica, son representados con cabeza de cuervo, con pies y manos en forma de garra y con dientes afilados. Algunos también son alados. Viven en las montañas donde eclosionan huevos gigantescos. Se aparecen a los humanos en sueños y pensamientos. Son los encargados de repartir los mensajes de sus jefes, los O Tengu, por esta razón también son denominados Koppa Tengu. La gente los llama en oraciones para pedirles que ayuden a sus hijos y que encuentren el camino de regreso. Una de sus características principales es que los Karasu Tengu, al igual que todos los Tengus, son muy buenos luchadores con o sin armas, sobre todo con espadas. Se dice que muchos Ninjas tienen los mismos poderes mágicos de los Tengus. Incluso, el héroe más famosoMinamoto no Yoshitsune aprendió la lucha de espadas de los Karasu Tengus.




Tanabata


Orihime era la hija de Tentei (Rey Celestial). Orihime tejía telas espléndidas a orillas de la Vía Láctea. A su padre le encantaban sus telas, y ella trabajaba duro día tras día para tenerlas listas. Pero algo afligía a la princesa, porque a causa de su trabajo nunca podía conocer a alguien de quien enamorarse. Preocupada por su hija, Tentei concertó un encuentro entre ella y Hikoboshi (Pastor de las Estrellas), quien vivía al otro lado del río Amanogawa. Cuando los dos se conocieron, se enamoraron al instante el uno del otro, y poco después se casaron. Sin embargo, una vez casados Orihime descuidó sus tareas y dejó de tejer para Tentei, al tiempo que Hikoboshi descuidó su rebaño y dejó que las estrellas se desperdigaran por el Cielo. Furioso, Tentei separó a los amantes, uno a cada lado del Amanogawa, prohibiendo que se vieran. Orihime sintió la pérdida de su marido, y le pidió a su padre el poder verse una vez más. Tentei, conmovido por las lágrimas de su hija, permitió que los amantes se vieran el séptimo día del séptimo mes, siempre que Orihime tuviera terminado su trabajo. Sin embargo, la primera vez que intentaron verse se dieron cuenta de que no podían cruzar el río, dado que no había puente alguno. Orihime lloró tanto que una bandada de urracas vino en su ayuda y le prometieron que harían un puente con sus alas para que pudiera cruzar el río. Si un año ese día está lloviendo, las urracas no pueden venir y los dos amantes tienen que esperar hasta el año siguiente.

La costumbre dice que hay que pedir deseos escritos en un papel y colgarlo de las ramas de bambú para que se cumplan. Debido al tinte amoroso de la historia, la mayoría de los deseos son deseos de amor, de estar con la persona de la cual se esta enamorada...

Hay una canción también, que se canta el día del Tanabata.

Sasa no ha sara-sara
nokiba ni yureru.
Ohoshi-sama kirakira,
kingin sunago.
Goshiki no tanzaku,
watashi ga kaita.
Ohoshi-sama kirakira,
sora kara miteiru.

La traducción al español seria más o menos así:

Las hojas de bambú susurran
meciéndose en el alero del tejado.
Las estrellas brillan
en los granos de arena dorados y plateados.
Las tiras de papel de cinco colores
ya las he escrito.
Las estrellas brillan
nos miran desde el cielo.

El hotel


Como una semana más os traemos otra historia de suspense japonés, que la disfruteis ;)


http://www.youtube.com/watch?v=-gC_m0r3Cs8


PD: Posiblemente este fin de semana subamos la foto de la nueva máscara, estad atentos ^^



Tanuki


Los Tanuki son una especie de mapaches peludos con cara de perro que al igual que a los zorros, la cultura japonesa les ha otorgado poderes sobrenaturales. Comparten con los Kitsune su capacidad de transformarse en humanos (siempre con algún detalle que pueda descubrirles) y su gusto por las bromas, aunque no hay ningún Tanuki maligno y como mucho engañaran a los pobres aldeanos para poder robarles comida para subsistir. Otro poder de los Tanuki es convertir hojas en los objetos que quieran durante un tiempo limitado, usando ese poder para crear dinero falso con el que pagarse comilonas o ofrecerselo a codiciosos tramperos a cambio de ser liberados, con la sorpresa al siguiente día de que se han convertido en un puñado de hojas inútiles.

El tanuki tiene ocho rasgos especiales que traen buena fortuna, posiblemente creados para que coincidieran con el símbolo “Hachi” (que significa ocho), que se encuentra con frecuencia en las botellas de sake que sostienen las estatuas. Los ocho rasgos son: un sombrero para protegerlos rápidamente de los problemas o el mal clima; ojos grandes para percibir el ambiente y ayudarles a tomar decisiones; una botella de sake que representa virtud; una cola larga que brinda seguridad y fuerza hasta que se alcanza el éxito; testículos enormes que simbolizan la suerte económica; una letra de cambio que representa la confianza; un estómago grande que simboliza las decisiones audaces y en calma; y una sonrisa amistosa.

Una canción típica en las escuelas japonesas hace referencia explícita a la anatomía del tanuki:
Tan Tan Tanuki no kintama wa,
Kaze mo nai no ni,
Bura bura
Traducida burdamente, la canción dice “Testículos de Tan-tan-tanuki, ni siquiera hay viento pero se mecen se mecen.”


Los doce signos del horóscopo


Hace mucho, mucho tiempo, vivía un dios en el fondo de una montaña.
Un 30 de diciembre, dicho dios envió unas cartas a todos los animales del país.
Estos la recibieron al día siguiente y decia:

"El primero de enero por la mañana, quiero que vengan aquí, y según el orden en que lleguen, del primero al décimo segundo, designaré su jerarquía entre todos los animales, correspondiéndole a cada uno un año"

Los animales estaban muy animados con la carrera. Todos pensaban:"¡De todas maneras seré el jefe!", pero un sólo animal, el gato perezoso, no leyó la carta, sino que la rata le "informó" sobre el asunto.

Pero la rata traviesa, en lugar de decirle al gato que el primero de enero deberían de llegar al lugar designado, le mintió diciéndole que la fecha de llegada era el segundo día de enero. El gato le agradeció por la información.

Todos los animales decían: "Mañana tengo que levantarme muy temprano, por eso ya me voy a dormir".
Así lo hicieron todos, excepto el toro que dijo: "Yo ya voy a salir porque soy lento caminando".

La rata que estaba viendo eso, trepó al lomo del toro y dijo: "¡está muy cómodo aquí!"
El toro sin darse cuenta, siguió caminando.
El resto salió a la mañana siguiente.
Todos se dirigieron corriendo a la casa del dios.

A la salida del sol del nuevo año, apareció primero el toro en el lugar fijado. ¡No, no fue el toro, fue la rata!
Esta saltó a tierra desde el lomo del toro y dijo,"¡Dios! ¡Felíz Año Nuevo!"
El toro se sintió humillado. Los otros animales llegaron sucesivamente.

El dios les dió la bienvenida y anunció: "El primer lugar es para la rata, le siguen el toro, el tigre, la liebre, el dragón, la serpiente, el caballo, la oveja, el mono, el gallo, el perro y por último, el jabalí".

Así empezó la fiesta de los animales elegidos. En ese momento apareció corriendo el gato, muy furioso y dijo: "¡Conque me has engañado!", refiriéndose a la rata.
Esta huyó en cuanto vió al gato, quien no pudo contener su cólera porque no pudo ser elegido. 

Por eso todavía el gato sigue persiguiendo a la rata.

Orochi


Esta serpiente monstruosa vendría a ser una versión asiática de la hidra. Su única fechoría conocida fue la de obligar a un pueblo a ofrecerle una doncella en sacrificio anualmente, aunque en otras historias se trataban de ocho hermanas de las que solo quedaba una en el momento en el que aparecía Susanoo, el verdugo de Orochi.


En una región llamada Torikami, arriba del río Hi-no-kawa de la antigua tierra de Izumo, un príncipe santo bajó expulsado del cielo: Takama-ga-hara. El hijo de Izanagi y hermano de la diosa del Sol, Amateratsu, se llamaba Susanoo. Al llegar al río, vio un palito (para comer) pasar flotando, y así siguió su paso río arriba pensando que habría gente viviendo allí. Al poco tiempo encontró a un matrimonio anciano sollozando con una muchacha a su lado. El dios les preguntó quiénes eran y qué les pasaba. El anciano le contestó: "Soy un hijo del dios del país Oyamatsumi-no-kami y me llamo Ashinazuchi. Mi esposa es Tenazuchi, y nuestra hija Kushinada".
También le explicó que Orochi dominaba la provincia, y pedía sacrificios de vírgenes.
"Teníamos ocho hijas, pero Orochi se las tragó una a una cada año, y sólo nos queda nuestra hija menor. Y ahora el monstruo viene a buscarla. Por eso estamos llorando así".Susano'o le preguntó: "¿Qué forma tiene?" El anciano respondió; "Sus ojos son rojos como alquequenjes, y tiene un cuerpo con ocho cabezas y ocho colas. Su tamaño llega a ocupar ocho valles y ocho colinas. Su panza siempre está inflamada y cubierta con sangre". 
Aunque en ninguna de sus representaciones, Yamata aparece de cuerpo completo.
Susanoo, que se había enamorado de la joven, le dijo: "¿Me dejará casarme con su hija si la salvo?". El hombre le contestó: "Le agradezco su interés, pero aún no conozco su nombre". "Soy el hermano de Amaterasu. Y acabo de bajar de Takama-ga-hara", se le respondió. La pareja le dijo: "Oh, si usted se digna hacer esto, nuestra hija es suya". Susanoo convirtió a la chica en una peineta sagrada y se la puso en el cabello, y dijo: "Preparen un licor bien destilado. Rodeen su casa con cercas, y haganles ocho puertas y ocho palcos. Dejen una copa en cada palco, echen el licor, y esperen".
Lo prepararon todo tal y como Susanoo les ordenó, y esperaron. Al rato apareció Orochi. Inmediadamente Orochi metió sus cabezas a las copas y bebió. Quedó emborrachado y se durmió allí. Entonces Susanoo sacó su espada de un metro (Totsuka-no-tsurugi) y cortó a la serpiente en pedazos. El río se manchó de sangre. Cuando cortó la cola del medio, su espada se desportilló. Extrañado, rajó la cola con la punta del filo, y dentro descubrió otra espada, Murakumo-No-Tsurugi, que más tarde sería llamada Kusanagi (草薙,Cortadora de Hierba) por Yamato Takeru. A continuación, tomó esa espada y obsequió a Amaterasu con ella, contándole lo ocurrido.


La sirenita


El Mar del Japon, Nihonkai, es oscuro y frío  especialmente en el norte de Japón donde las aldeas son muy pobres y caen 2 metros de nieve en una noche. Vivía en este mar, una sirena.
Ella desde el mar oscuro y frío, contemplaba las luces de la aldea de pescadores y decía:
-Que helado es este mar! ay! si mi bebe fuera criada con los seres humanos… Dicen que son buenos, y cuidarían a mi bebe arropándola con telas bajo las luces tibias que veo desde aquí.

A la mañana siguiente un matrimonio muy mayor, que venía a recolectar algas en la playa para comer, encontraron una sirenita bebe hermosa.
El matrimonio se sorprendió, la alzaron y arroparon y la llevaron a su humilde choza.
La sirenita creció bella y dulce. La única diferencia era la cola de pescado que tenia. Pasaron los años y la sirenita cumplió 13 años. Ella ardía en deseos de ayudar a sus padres adoptivos. Los abuelos vendían velas blancas y se le ocurrió pintarlas.
Dibujaba cosas jamás vistas, caballos de mar, ostras, algas de colores, perlas y pescados maravillosos. Las velas se vendían cada día más, pues la gente empezó a ver que las noches de tormenta, los pescadores que habían encendido una vela dibujada en el templete rojo que miraba al puerto, eran protegidos aún en las tempestades más terribles, y su barca volvía sano y salvo.

Cada vez había más pedidos de velas pintadas, y la sirenita no daba abasto aunque pintaba desde el amanecer hasta medianoche sin parar, los dedos agarrotados de tomar el pincel. Sin embargo ella era feliz pues pensaba que así en algo devolvía gratitud a los abuelos que la criaron.

Las velas se vendían muy caras, y la codicia cambió a los abuelos.
Una vez vino un mercader de esclavos a la aldea, y al ver a la hermosa sirenita, empezó a amontonar monedas de oro, muchas más de las que los abuelos jamás habían visto en su vida.
Los ojos de los abuelos se nublaron en su codicia y aceptaron vender a la sirenita.
La sirenita estaba desesperada pues no comprendía bien que iba a ocurrir con ella. Cuando vinieron los esclavistas, la arrastraron fuera de la choza.

Con las últimas fuerzas, la sirenita pinto de rojo carmín las velas que quedaban.
Esa noche, la barca de los esclavistas se hundió en medio de la tempestad más terrible que se conociera mientras se escuchaban aullidos del viento como una mujer desesperada. Y a partir de esa noche, cada vez que se prendía una vela roja en el templete del puerto, se desataba una tormenta y desaparecían barcas y chozas de la costa.

Nadie sabía quien prendía las velas rojas, pero fueron sucediéndose los días y la aldea quedo sin gente permaneciendo únicamente el templo en la desierta costa.