Este es quizás
uno de los yokais más conocidos debido a su perturbadora apariencia. Las
rokurokubi lucen como mujeres totalmente normales durante el día; generalmente
jóvenes y hermosas, pero llegada la noche sus cuellos pueden llegar a estirarse
a voluntad. En algunos casos, pueden inclusive llegar a modificar sus
rostros como el de un oni (demonio). Hay tres tipos de rokurokubi: las que
son inofensivas y sólo gustan asustar, las que son verdaderos demonios asesinos
y las que ni siquiera saben que son rokurokubis. Dicha condición se
produce como consecuencia de una maldición o producto de una manifestación
sobrenatural despertada por los deseos egoistas de la mujer.
Ya que durante
el día pasan desapercibidas, las rokurokubi consiguen llevar una vida de
familia como cualquier otra esposa. Es durante la noche que deben esforzarse
por mantener en secreto su lado oscuro. Son realmente hábiles en ello, sin
embargo, la necesidad de asustar y espiar a otros seres humanos es sumamente
irresistible. Algunas se le presentan únicamente a borrachos y a ciegos, o
aprovechan cuando la persona esté durmiendo; evitando así ser descubiertas y
que su víctima quede traumatizada; aunque hay otras que simplemente disfrutan
en aparecersele a cualquiera, especialmente a los niños. La mayor parte de las
veces merodean por la casa para alimentarse; ya sea acechando a los habitantes
o a las mascotas para succionar así su energía vital; sino subsisten lamiendo
el aceite de las lámparas de andon (papel), o cazan pequeños insectos. Esto
explicaría el porqué muchas veces a pesar de haber dormido plácidamente las
personas se levantan terriblemente agotadas.
Hay unas pocas
que viven como rokurokubis sin saberlo, ya que es mientras duermen que sus
cuellos se estiran de manera involuntaria. La única evidencia de ello son los
recuerdos de extraños sueños en donde miran a su alrededor desde perspectivas
antinaturales. Una forma de descubrir a una rokurokubi es cuando estas se
cansan de buscar a sus víctimas y caen rendidas por el sueño con sus cuellos
aún estirados, siendo que a la mañana siguiente presentará unas marcas de
estrías pálidas sobre la piel de su cuello debido al estiramiento.
En otras
versiones se dice que las rokurokubi son mujeres que nacieron así ya
que están malditas debido al mal karma que han acumulado por haber quebrantado
varios preceptos del Budismo en vidas pasadas. En este caso son seres más
siniestros ya que no solo gustan de asustar a la personas, sino que además
llegan a beber su sangre e inclusive a asesinarlas para comérselas. Sus presas
predilectas son aquellas otras que igualmente han ignorado la doctrina budista,
es por ello que sus víctimas recurrentes son los borrachos, adúlteros,
asesinos, ladrones y corruptos; o los hombres en general.
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